Socorro Flores*
La Jornada
Los diplomáticos mexicanos han
exaltado a lo largo de la historia el carácter humanitario de su labor
en favor de los principios más nobles. Así lo hizo Gilberto Bosques
durante la Segunda Guerra Mundial y, más recientemente lo realizó el
embajador Gonzalo Martínez Corbalá cuando la
noche más negrase aposentó sobre Chile.
Por ello, a 43 años de ese fatídico 11 de septiembre, en el que la
democracia chilena fue interrumpida por un golpe de Estado que acabó con
la vida del presidente Salvador Allende, el gobierno de la mandataria
Michelle Bachelet ha honrado a 26 ciudadanos mexicanos encabezados por
el embajador Martínez Corbalá, quienes contribuyeron a hacer posible la
salvación y la inserción en la sociedad mexicana de notables chilenos
que debieron abandonar su país, para encontrar en México su
otra patria.
El exilio chileno es uno de los gestos más nobles y solidarios que
México ha tenido con el mundo. Fue también un gran ejemplo de su
tradicional política de asilo y protección a perseguidos por razones
ideológicas. Fue una excepcional muestra de la responsabilidad global
con la que siempre ha actuado nuestro país en el escenario
internacional.
Desde los primeros días del golpe, varias mexicanas y mexicanos
apoyaron a quienes huían de la dictadura militar. Con valentía,
encararon los peligros de las armas sólo por el simple anhelo de ser
útiles ante la tragedia que enfrentaba el pueblo chileno. La embajada de
México en Santiago se erigió entonces como un refugio de esperanza.
El gobierno mexicano, por instrucción del entonces presidente Luis
Echeverría, estableció un puente aéreo que salvó del odio a miles de
chilenos perseguidos. Entre septiembre de 1973 y noviembre de 1974,
alrededor de 700 chilenos estuvieron asilados en la embajada mexicana.
Alrededor de 12 mil chilenos, entre 1973 y 1990, lograron llegar a
nuestro país.
México se convirtió así en una tierra fraterna y solidaria, que
contribuyó a mitigar el dolor que produce abandonar el lugar de origen.
Son esa calidez y fidelidad las que el gobierno de la presidenta
Bachelet reconoce y ha querido honrar en esta oportunidad. Son la
valentía y el arrojo de mexicanas y mexicanos que en ese momento de
incertidumbre, desesperanza y tragedia, tendieron una mano fraterna a
los hermanos chilenos. Entre ellos podemos mencionar al mismo presidente
Echeverría, a los embajadores Martínez Corbalá y Raúl Valdés Aguilar; a
los periodistas Carlos Payán, Carmen Lira y Socorro Díaz Palacios; al
economista Víctor Urquidi Bingham, y al licenciado Porfirio Muñoz Ledo.
Así como México abrió sus brazos a Chile, Chile y su gente
contribuyeron enormemente a la sociedad que los recibió, nuestro país se
enriqueció, y se enriquece del exilio chileno, lo que se manifiesta por
conducto de destacadas personalidades de esa nación, entre ellas Isabel
Allende, José Miguel Insulza, Juan Somavía, Carolina Tohá y Luis Maira,
quienes ayudaron con su talento a construir instituciones académicas y
fortalecer la cultura política de México. Gracias a ellos se
desarrollaron importantes disciplinas en nuestro país, como la
demografía, la economía, la ciencia política y la sociología, las cuales
tomaron una nueva dimensión al incluirse la visión latinoamericanista
que los exiliados chilenos integraron a estos estudios.
México y Chile comparten valores e ideales como la democracia, el
pluralismo, la libertad, la legalidad, el respeto a los derechos humanos
y a las instituciones. No es casualidad que nuestros pueblos hayan sido
siempre cercanos y compartan una identidad común. Somos naciones que
nos entendemos mutuamente y hemos construido una relación de confianza
inquebrantable.
El reconocimiento de la presidenta Bachelet al pueblo y gobierno de México
por
la labor realizada durante el exilio chileno, ratifica la tradicional
vocación humanitaria y social de nuestra política exterior. Con este
acto, el gobierno de Chile agradeció a México su solidaridad y destacó
el alto espíritu humano de los homenajeados. México a su vez, agradece a
Chile el cariño de su gente y la contribución que miles de ellos
hicieron al desarrollo del México contemporáneo.
*Embajadora del Servicio Exterior Mexicano y subsecretaria para América Latina y el Caribe
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